Como en la mayoría de las canciones de Rubén Blades, el tema ‘El padre Antonio y el monaguillo Andrés’ contaba una historia. Esta trata de un sacerdote que soñaba con que su pueblo viviera sin represión y que en ese afán de lograrlo, este fue asesinado.
La ficción de Blades no estaba alejada de la realidad cuando escribió el tema. La mañana del 24 de marzo de 1980, en un pueblo de El Salvador, el arzobispo Óscar Arnulfo Romero recibió un impacto de bala en el pecho cuando apenas terminaba la eucaristía. Por el tipo de proyectil que penetró en su cuerpo fue imposible salvarle la vida.
Este salvadoreño nacido en 1917 se dedicó a defender los derechos humanos y fue en esta lucha que murió. En muchas ocasiones se trató de manchar su imagen, pero nada trascendió lo suficiente como para evitar que el pueblo y la iglesia lo consideraran un mártir.
El 23 de mayo de 2015 Arnurfo fue beatificado en la plaza El Salvador del Mundo, de su tierra natal. Francisco, a la cabeza de la Iglesia Católica, se encargó de hacer realidad un pedido que tardó más de 30 años en encontrar una respuesta positiva.
Aquí un extracto del tema de Rubén Blades:
“Al padre lo halló la guerra un domingo de misa,
dando la comunión en mangas y camisa.
En medio del padre nuestro entró el matador
y sin confesar su culpa le disparó.
Antonio cayó, ostia en mano y sin saber por qué
Andrés se murió a su lado sin conocer a Pelé;
y entre el grito y la sorpresa, agonizando otra vez
estaba el Cristo de palo pegado a la pared.
Y nunca se supo el criminal quién fue
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés”.
Por: Salserisimoperu.com